''Alma mía,igual morirás...sea en la guerra o fuera de ella''
En una ocasión el mensajero de allah se reunió a escondidas de los
incrédulos de Qureish, a la entrada de Makka,con los jefes de los Ansar
(Musulmanes de Medina) a fin de acordar con ellos un pacto
llamado:"Primer pacto de Al'Aqaba."
En esos días,Abdullah Ibn Rauuaha ya era uno de los
líderes portadores de el islam a Medina.
En este pacto fue el punto de partida para la Hégira,que,a su vez,
fue un gran paso para la propagación del Islam.
Y cuando el mensajero de allah se encontró con el grupo
de setenta y tres personas que vinieron de Medina
un año después,Ibn Rauuaha también estaba
presente para cerrar el segundo pacto de Al'Aqaba.
Tras la Hégira del profeta y sus compañeros
a Medina,Ibn Rauuaha se convirtió en uno de los Ansar
que más trabajaba por el islam y su afianzamiento en Medina.
Era el que estaba más alerta contra las intrigas de Abdullah
Ibn Ubai.Este personaje estaba a punto de ser coronado
rey de Medina antes de la llegada del profeta Muhammad
a la ciudad.Ibn Ubai se amargó mucho por la oportunidad
perdida y empezó a tramar intrigas contra el islam.
Ibn Rauuaha seguía de cerca tales intrigas
para hacerlas fracasar.Tuvo tal éxito que hizo fracasar
todas las aritmañas de Ibn Ubai.
Ibn Rauuaha se dedicaba a las letras en un ambiente que poco
conocía sobre ellas.
Era poeta, entonaba dulces y enérgicos poemas.
Desde su islamización volcó toda su inspiración póetica
al servicio del islam.
El Mensajero amaba su poesía y siempre le pedía recitar más.
En una ocasión, el profeta se encontraba con sus sahabas y
Abdullah ibn Rauuaha se presento ante ellos.
El mensajero le preguntó.
''¿Cómo logras improvisar poesías cuando lo deseas?
Contestó :
''Simplemente miro algo y luego digo...''
<<¡Oh buen Háshim!Cirtamente que Allah a favorecido a tu familia sobre
toda la humanidad.
He visto el bien en ti ;
pero esta visión no es la de los tuyos.<<
¡Que Allah te dé firmeza, en el bien como Mussa(aleihis salaam)
y a aquellos que se les a escrito la victoria!
El profeta,se alegró con los versos y exclamó:
''Que Allah te dé firmeza!''
y cuando el enviado circunvalaba en torno a la Ka'aba
en 'Umratul Qadhá,Ibn Rauuaha lo acompañaba y ,a la vez,
recitava lo siguiente:
<<"¡Allah! Si no fuera por ti,no nos hubiésemos
guiado,tampoco habríamos dado limosna ni
habríamos orado.
Que tu clemencia se derrame sobre nosotros,
¡Y consolídanos en los combates!
Si aquellos que nos han atacado desean tentarnos
¡Resistiremos!<<
Los musulmanes, al oírlo,comenzaron a repetir estos bellos
versos.
El magno poeta se puso triste cuando se reveló la siguiente aleya
del sagrado Qur'an:
" Y los poetas,ilusos,también les siguen."
(26:224)
Sin embargo,recuperó el ánimo cuando Allah reveló otra
aleya que dice:
" Solo los creyentes que practican el bien,alaban
incesantemente a Allah y se defienden cuando son atacados
inicuamente..."
(26:227)
Y cuando los musulmanes se vieron obligados a luchar,
Ibn Rauuaha no tubo reparos en hacerlo.
Participó de las batallas de Badr,Uhud,Al-Janqad,Al-Hudaibía,
y Jaibar.
Su lema eran estos versos:
"Alma mía,igual morirás...sea en la guerra o fuera de ella."
Durante la batalla de Mu-ta,Abdullah era el tercer Emir al
mando de las tropas musulmanas,después de Zaid y Ya'far.
Cuando los guerreros se preparaban para abandonar a Medina,
Ibn Rauuaha empecó a recitar:
" Pido a Allah su perdón,
y un fuerte golpe que me acabe.
O un flechazo de manos de un valiente,
que penetre de mis entrañas.
Para que se diga,al pasar por mi cadáver:
"Ha sido un guerrero guiado por Allah**.
Así es... sólo deseaba el golpe de una espada,o una
flecha arrojada,que lo lleve al mundo de los caídos
en la causa de Allah.
Y el ejercito marchó hacia Mu-ta.
Los musulmanes se encontraron con el ejército enemigo
superaba los doscientos mil guerreros.
Divisaban filas interminables de soldados en grandes números.
Al constatar la gran ventaja numérica de los Bizantinos,
algunos musulmanes opinaron:
" Enviaremos uno de los nuestros al mensajero de Allah
comunicandole el número de las tropas enemigas,
y que el decida en mandar o no refuerzos..."
Ibn Rauuaha se levantó,y dijo a las tropas,con
voz clara y enérgica:
"¡Oh gente!
¡Por Allah!
No luchamos contra el enemigo con la fuerza o
la cantidad.
¡Luchamos junto a esta religión con la que Allah
nos ha favoreció!.
¡Luchad! Pues ganaremos una de las dos bondades:
La victoria o la muerte en la causa de Allah."
Los musulmanes,en inferioridad numérica pero con mucha fe,
clamaron:
"¡Por Allah que Ibn Rauuaha ha dicho la verdad!".
El ejército emprendió,entonces,su camino hacia la muralla formada
por las decenas de miles de soldados Bizantinos.
Ambos bandos se enfrentaron en un feroz combate.
Zaid,el primer Emir,cayó mártir en la causa de Allah;
Tras él,Ya'far Ibn Abi Tálib,el segundo al mando,
alcanzó el martirio con júbilo y arrojo.
Ibn Rauuaha,el tercero al mando tomó el estandarte
de los brazos de Ya'far.
Mientras tanto,alrededor,la batalla ardía, y los pocos
guerreros musulmanes parecían perderse entre ek conjunto de soldados
del ejército de Heraclio,emperador de Bizancio.
Mientras actuó como soldado,Abdullah Ibn Rauuaha
luchó sin que temiese a la muerte.
Pero, en su nuevos estado de Emir del ejército Islámico,
empezó a moverse con cautela ante el duro embate Bizantino.
Cuando se dio cuenta del cambio de su actitud,gritó con
todas sus fuerzas:
"*Juro ¡Alma mía!Que lucharé con todo,
¿Porque te veo desdeñar el Paraíso?
Alma mía,de todas maneras morirás,
ante ti está asechando la muerte.
Todo lo que deseabas te ha sido concedido,
y si haces como Zaid y Ya'far,realmente estarás
obrando bien.*"
Ibn Rauuaha se lanzó con todas sus fuerzas contra
las compactas líneas bizantinas.
Y si no fuese que su hora había llegado,
habría continuado combatiéndoles hasta acabar con ellos.
Pero la hora de su partida llegó...Allah lo llamaba...Lo vimos caer
como un mártir.
Su cuerpo cayó,pero su alma ascendió,pura y decidida,hacia su Señor,
Altísimo.
El más inalcanzable de sus deseos se había hecho realidad:
"Para que se diga al pasar por mi cadáver:
ha sido un guerrero giado por Allah"
Y en verdad así fue.
Mientras la batalla ardía en las tierras de Sham,el mensajero
de Allah hablaba a sus Sahabas en Medina.
De repente,cuando hablaba pausadamente,el Mensajero de Allah
cerró sus párpados,para luego abrir sus ojos con un triste
y amargo brillo.
Miró calladamente a sus Sahabas y dijo:
"El estandarte estaba en manos de Zaid hasta caer como mártir.
Luego lo cargó Ya'far,y el también le tocó la misma suerte...-
calló por un instante,y luego dijo-finalmente lo tomó
Ibn Rauuaha,luchó con él hasta que cayó también
como mártir..."
El profeta permaneció callado por un momento,
sus ojos brillaban mostrando nostalgia y tranquilidad.
Finalmente dijo:
" Les he visto en el Paraíso"
¡Que hermoso viaje emprendieron al Paraíso!
Como si hubiesen hecho un acuerdo entre sí!
Salieron juntos a la guerra...y se elevaron también juntos
al Paraíso.
La mejor evocación de estos mártires,para su eterna memoria,
son las palabras del profeta.
"Allah me los mostró en el Paraíso."
¡Que Allah bendiga a Abdullah Ibn Rauuaha!
Extraído del libro:Biografias de los Sahabas
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